Hoy en Argentina pueden votar las personas desde los 16 años. ¿Qué es lo que necesitan saber para tomar una elección y cómo podemos asegurarnos de que suceda? Salimos de la programación usual de tutoriales técnicos y periodismo de datos para hablar sobre datos y jóvenes.
Para cualquier persona inmersa en el mundo del periodismo (incluso el que no es de datos), la verificación es una idea bastante recurrente. Ya sea como parte de los imperativos morales de los periodistas, una descripción de la labor periodística en sí o como término del glosario del periodismo en los nuevos medios, la verificación de datos no sólo no es ajena a las redacciones de habla hispana; parecería una tarea diaria y hasta intuitiva.
Sólo con este contexto, resultaría difícil justificar la atención que en espacios como éste damos a iniciativas basadas en la verificación de datos, desde México hasta Uruguay. Pero lo cierto es que hay dos cosas que las distinguen: su enfoque en la verificación no como auxiliar, sino como parte principal del proceso; y, en el caso de la iniciativa que comentamos hoy, el llevar una herramienta periodística más allá del periodismo.
Chequeado es una (ya muy famosa) iniciativa de verificación del discurso que nació en Argentina, y que ayer se hizo acreedora del Premio Gabriel García Márquez a la innovación periodística. Puedes leer sobre el proyecto entero acá. Pero hoy quiero enfocarme en un proyecto específico de Chequeado, y es precisamente uno que no tiene fines periodísticos.
He estado entrevistando a distintas personas que trabajan en la educación en datos alrededor del mundo (compartiré resultados pronto), uno de los deseos más recurrentes es la educación de jóvenes en temas dateros. Todos nos estamos enfocando en los activistas y periodistas del mundo… ¿Pero qué es de quienes están en etapa escolar el día de hoy?
Discurso público, una historia de amor es una propuesta didáctica para adentrarse en el pantanoso mundo de los juicios sobre la calidad de la información con la herramienta favorita de Chequeado: el chequeo.
Los objetivos a lograr con las y los participantes:
– Diferenciar un dato de lo que no es un dato;
– pensar en cómo se puede verificar la veracidad de un dato con las herramientas a la mano.
El método de la sesión:
– Planteamiento de los criterios de verificabilidad;
– ver un video con la consigna de encontrar lo chequeable y lo no chequeable;
– debatir con base en este contenido.
La narrativa:
– El video a analizar no es de política, datos duros o cosas aburridas. Es de una historia de amor llena de verdades y mentiras ; )
Chequeado reporta que, al iniciar sesión, sólo 1 de 30 podía distinguir datos. Con sólo hora y treinta lograron que la mayoría lo lograra. (¿Será ése un dato verdadero, falso o engañoso? Queremos que Chequeado comparta eventualmente sus fuentes ; ) ) En México estaremos aplicando la didáctica, y veremos cómo nos va.
Educadores y educadoras: disfruten Discurso público, una historia de amor (incluye guía pedagógica y material transmedia).
Políticos y políticas mentirosos: teman, pues no serán sólo periodistas quienes les estarán verificando en su siguiente discurso.