Este contenido es una colaboración con Isabela Granados Arocha*, comunicadora social y periodista colombiana con amplia trayectoria en investigación basada en datos y verificación de información.

En este post, Isabela nos comparte la importancia de asegurarse que los datos que recolectamos sean precisos y veraces. A través de metodologías prácticas, consejos útiles y un caso de estudio, aprenderás cómo mejorar la calidad de la información que manejas y fortalecer la confianza en tus procesos periodísticos mediante el uso responsable de los datos.

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Alguna vez te has preguntado si los datos que recolectas son verdaderos o provienen de falsos supuestos, verdades a medias o simplemente son erróneos. ¡Podrías estar contribuyendo a replicar información falsa o descontextualizada en la web!

Trabajar con bases de datos implica implementar metodologías y procesos que aseguren su calidad, veracidad y una buena estructuración de la información. Y quizá, por nuestro afán de construir nuevos conjuntos de datos, olvidamos incluir procesos de verificación de los mismos.

El periodismo estadounidense en los años 50 nos regaló un consejo que, al día de hoy, sigue vigente: “Si tu madre te dice que te quiere, compruébalo”. Efectivamente, esta frase o sentencia del periodismo recuerda que en este oficio todo debe comprobarse con una obsesión casi incansable.

Esta podría ser la nueva obsesión de quienes recolectamos y publicamos bases de datos. Pero, ¿cómo se puede asegurar que los datos no mienten?

Verificar conjuntos de datos

Verificar los datos conlleva asegurarnos que son verdaderos, que nada ahí es falso. Sin embargo, es más complejo de lo que suena, pues ¿quién nos asegura que el ser humano o robot que armó el conjunto de datos no se equivocó?

Metodologías que combaten la desinformación

En momentos donde la desinformación circula libremente, los procesos de verificación propios del periodismo enfocado en factchecking se tornan relevantes en la comunidad datera latinoamericana. 

En redes sociales, es muy fácil posicionar una temática que pretende cambiar la opinión del personas usuarias al hacer uso de las emociones, la indignación y las historias negativas. Su objetivo es hacerle creer que tienen la razón y que esa información deben conocerla sus seres queridos, lo que motiva a compartirla.

Desde audios circulando en grupos familiares de WhatsApp, videos sin contexto e imágenes creadas con ayuda de herramientas de inteligencia artificial, todo se configura detrás de una estrategia para manipular la opinión pública, disminuir la confianza y desinformar a la opinión pública.

Si bien personas especialistas generan procesos automáticos de recolección de los datos, no quedamos exentas de que se pasen errores que otras personas podrían replicar al hacer uso de nuestros datos. Esto significa que tenemos responsabilidad de los datos que publicamos.

«Implementar metodologías y procesos de verificación de datos e información recolectada permite que se eviten las malas interpretaciones que conducen a conclusiones o decisiones erróneas por parte de diferentes actores del ecosistema de datos. Además, nos permite asegurar una alta calidad de la información, que va más allá de las comprobaciones de códigos, rangos, formatos, coherencia y tipología.»

Isabela Granados Arocha

Comunicadora social y periodista colombiana

Consideraciones para verificar la información

Siempre que decidas emprender un proceso de verificación de información, toma en cuenta lo siguiente: 

  1. Asegúrate de tener el documento madre o página de origen de donde proviene el dato.
  2. Relaciona dicho documento con los datos que incluya tu conjunto de datos; de esta forma, quién replique la información puede consultar de dónde proviene. 
  3. Duda de todo. Sí, hasta de tu colega de trabajo. Somos humanos y a veces cometemos errores o nos confundimos. 
  4. Destina a una persona o grupo de personas a revisar tu conjunto de datos, brindando mayor precisión y veracidad. 
  5. Si automatizas este proceso, utiliza páginas oficiales, documentos académicos, portales web confiables, entrevistas con expertos y otras fuentes relevantes.

¿Cómo se implementaron estos pasos de manera práctica?
Caso Proyecto API Electoral Colombia

Interfaz de la plataforma API Electoral Colombia

API Electoral Colombia tiene como finalidad facilitar bases de datos de los perfiles de candidaturas a elecciones, así como de gubernaturas electas en el país. El proyecto nació en 2022, dada la carencia de disponibilidad de datos abiertos y estandarizados sobre los perfiles de personas candidatas a puestos de elección popular y gobernantes en países latinoamericanos.

La recolección de la información estuvo a cargo de estudiantes de la Universidad de La Sabana, quienes luego transformaron la información en un producto periodístico. En un primer paso, la comunidad estudiantil recolectaron los datos con metodologías de búsqueda avanzada y fuentes abiertas utilizando el estándar Popolo, que describe datos de integrantes del poder legislativo, elecciones, partidos políticos y otras entidades relacionadas a la organización política del país. 

Para asegurar la veracidad de los datos recolectados, se creó la columna “URL de Verificación”. Esto permitió incluir un enlace que sustentara el origen de la información recolectada. De esta forma, al finalizar el proceso de recolección, una periodista fact checker revisa que los datos estén correctos y sean verídicos de cara a su publicación. 

Desde 2022, se recolectaron alrededor de 1,000 perfiles de candidaturas para las elecciones del Congreso de la República y Presidencia de Colombia. Luego, esta metodología de verificación de los datos se implementó como norma en todas las publicaciones que se realizaron en la plataforma de Api Electoral

Esto implica que siempre habrá un equipo de verificación o fact checkers que revisarán toda la información recolectada, disminuyendo el número de errores e imprecisiones que se pueden cometer en los procesos de recolección manual de datos. 

Así, el caso de API Electoral Colombia  demuestra la importancia de fortalecer procesos de uso y apertura de datos para que más actores (sociedad civil, entusiastas de la tecnología cívica y ciudadanía) puedan tomar decisiones informadas y así detonar el cambio social desde sus contextos y causas; sobre todo, en coyunturas cruciales, como las electorales. 

Para finalizar… 

La verificación de datos no es solo una responsabilidad, sino un compromiso con la calidad y la transparencia de la información. En un ecosistema donde los datos pueden influir en decisiones críticas y opiniones públicas, quienes recolectamos, analizamos y compartimos información asumimos un rol activo para garantizar que nuestros datos contribuyan a un panorama informativo más confiable y preciso. Así, cada conjunto de datos que publicamos es una pieza clave en la construcción de una sociedad más informada y menos vulnerable a la manipulación.

Y tú…

¿De qué manera has emprendido procesos de verificación de datos en tu ejercicio profesional? ¿Conoces algún caso en tu localidad o contexto que valga la pena compartir? Escríbenos a escueladedatos@socialtic.org o échanos un grito en nuestras cuentas de Facebook y Twitter para seguir haciendo camino al datear a la hora de checar información.

*Isabela Granados Arocha es comunicadora social y periodista colombiana enfocada en la investigación basada en datos y el acceso a la información pública. Docente universitaria, tallerista y coordinadora de Api Electoral. Asociada del Consejo de Redacción y miembro de la Red para la Diversidad en el Periodismo Latinoamericano. Participó en Todos Los Contratos (PODER), Sabemos Lo que Hiciste (Cuestión Pública), Pandora Papers y Uber Files (ICIJ). Ganadora de los Sigma Awards 2020, Premio SIP 2022, Nonprofit News Awards 2022, Malcolm Fober Award 2022 y Premio Digital Media LATAM 2023.