por Frida García Celis
Cuando pensamos en datos, ya sea la generación de estos, su estructura, el almacenamiento o el uso que se les da; pocas veces pensamos en la capacidad que tienen para generar impacto y así lograr un cambio. En este sentido, los datos pueden ser un elemento en el que se pueden apoyar la conquista y defensa de los derechos humanos
Una vez que se entienden los derechos de las mujeres como derechos humanos, nos surge la pregunta: ¿cómo los datos pueden apoyar en la conquista de estos derechos?
En el camino de buscar una sociedad más equitativa para las mujeres, los datos son una gran herramienta para visibilizar y generalizar las vivencias que miles de mujeres experimentan.
Datos para conquistar derechos de las mujeres
Hoy en día los datos significan poder, quien es capaz de colectar una gran cantidad de datos y tiene los recursos para procesarlos posee el poder de definir, categorizar, interpretar y hacer predicciones con base en ellos.
Las y los activistas por los derechos de las mujeres tienen la capacidad de usar los datos, desde su generación, recolección, para convertirlos en un insumo de valor como herramienta fundamental para las estrategias. Esto requiere de la intersección entre datos, tecnología y la movilización social.
Tener datos de calidad puede ayudar a identificar y verificar problemas, teorías y percepciones, como las percepciones de igualdad de oportunidades y trato, discriminación por razón de género y las desventaja socioeconómicas en el mercado de trabajo que enfrentan las mujeres.
Interrupción Legal del Embarazo (ILE)
Contar con datos sobre temáticas que afectan específicamente a las mujeres puede ayudar a clarificar cuestiones que se consideran ciertas con base en prejuicios. Un claro ejemplo es la ILE, ya que un argumento básico utilizado por grupos antiderechos en contra de la despenalización del aborto; es el aumento en el número de mujeres y personas con capacidad de gestar que decidirían interrumpir su embarazo. Esta afirmación, podría tomarse como cierta si no hubiera datos y evidencia para refutarla.
En este sentido, la información recabada sobre la ILE, no solo dan cuenta del total de procedimientos que se han hecho, también de las características que tienen las mujeres y personas con capacidad de gestar, incluida la edad, estado civil, motivo de interrupción, grado de escolaridad.
Por otro lado, al tener los registros administrativos de los centros de salud podemos conocer el número de muertes maternas e indagar sobre el grueso de muertes relacionadas a abortos.
Lo anterior, tiene su impacto en la creación de políticas públicas enfocadas a cubrir las causas y necesidades que las mujeres y personas con capacidad de gestar tienen al tomar la decisión de interrumpir su embarazo o prevenir las muertes maternas.
Igualmente, para las colectivas feministas en pro del derecho a decidir contar con estos datos les ayuda contar con una perspectiva general de la problemática, así como para saber la dimensión del avance o retroceso en derechos de las mujeres, o para conocer la violación a dichos derechos.
Datos contra de la violencia hacia las mujeres
Para tener un panorama general y de la magnitud de la violencia que vivimos las mujeres, debemos de contar con datos. Sin ellos conocer los cambios porcentuales o las características de la misma es complicado (Datos contra feminicidios: estudios de caso)
En México, la incorporación de variables en los registros administrativos en los reportes forenses dan cuenta de la existencia de violencia intrafamiliar o de la relación de parentesco que tenía la víctima con el victimario son relativamente nuevas, igualmente son variables que en muchas ocasiones no se asientan.
Lo mismo sucede en los registros de las fiscalías especializadas, ya que no se asigna el nombre correcto de feminicidio, se parafrasean de múltiples maneras, homicidios de mujeres, o en el caso de mujeres transgénero, se les mal llama hombres vestidos de mujer. Invisibilizado por completo el crimen. Igualmente, es necesario contar información relacionada a la persona que perpetró el presunto homicidio o feminicidio.
El resultado de que la gran mayoría de los registros no incluyan ni información de la violencia familiar, ni del parentesco del presunto agresor con la víctima es que no podemos falsear ni probar por completo con estos datos una de las hipótesis más analizadas desde la teoría feminista: que los cónyuges y familiares de las mujeres perpetran un porcentaje desproporcionado de sus homicidios.
Se necesitan datos que nos ayuden a entender mejor quiénes fueron las víctimas, quiénes fueron los agresores y como sucedió el evento. Si no tenemos datos no podemos entender el fenómeno ni dimensionar la gravedad de este.
Muchas feministas se han tratado de acercar al fenómeno creando sus propias metodologías y bases de datos (¿Cómo empezar a armar tu base de datos sobre feminicidio?). Existe el conocido mapa de feminicidios creado por María Salguero, o la recién salida plataforma de Data contra el Feminicidio que ayuda a estructurar notas de prensa.
¿Qué pasa cuando los datos no existen? Una propuesta desde el feminismo de datos
En ocasiones los datos necesarios para visibilizar las violencias simbólicas, físicas, psicológicas o económicas que vivimos las mujeres en muchas ocasiones no son integradas en el levantamiento de datos, ya que en muchas ocasiones no se hacen desde una perspectiva feminista. Tener la oportunidad de monitorear, observar y accionar para promover políticas públicas de datos abiertos con perspectiva de género, lo que implicaría un gran avance hacia la igualdad.
Para poder crear datos con estas características es necesario integrar a mujeres en la recolección de datos robusteciendo así los equipos y permitiendo capturar las disparidades que nos atraviesan y asegurar que las necesidades de las mujeres sean correctamente captadas.
La participación debería abarcar al conjunto del proceso de recopilación de datos: la planificación estratégica mediante la definición de las necesidades estadísticas, la selección y prueba de la metodología de recopilación apropiada, la recolección de datos (por ejemplo, mediante la contratación de entrevistadores de comunidades específicas a fin de mejorar los índices de respuesta), así como el almacenamiento, la difusión, el análisis y la interpretación de los datos.
Por otro lado, contar con datos suficientemente desagregados proporciona una serie de oportunidades y desafíos. El desglose permite un análisis más detallado de los datos a fin de definir las desigualdades. Un ejemplo es la participación de las mujeres en el proceso electoral, ya que si bien, por paridad de género se pide que el 50% de las candidatas sean mujeres, hay una subrepresentación en puestos de poder.
A menudo, el mundo digital y los movimientos feministas se sienten como mundos paraelos, sin embargo existe una gran oportunidad para poder investigar la discriminación algorítmica desde una perspectiva interseccional y así crear una práctica de datos feminista.
Es importante también integrar la ética de los datos y su enfoque en la equidad y los prejuicios crean estructuras que protegen el poder. Un gran ejemplo de esto es el de conjuntos de datos existentes (en los que los hombres ricos y blancos están sobrerrepresentados), pudiendo invisibilizar las realidades de las mujeres y las comunidades minoritarias.
No hay que olvidar que también existe una corriente cada vez más fuerte para la visualización de datos feminista (para aprender más visita este tutorial). El cual versa, principalmente, de reforzar no estereotipos a través de gráficos.
Es así como la propuesta de las feministas es el feminismo de datos no solo habla de mujeres y género. En cambio, examina fuerzas estructurales de poder entrelazadas como el sexo, la raza y la clase. En particular, examina cómo se desarrollan estas dinámicas de poder en una sociedad basada en datos. Si los datos son poder, entonces, ¿quién se beneficia de ellos, a quién dejamos fuera de nuestros datos y por qué, y cómo usamos los datos para mantener las estructuras de poder?
Proyectos y propuestas de diferentes organizaciones
A continuación enlistamos una serie de proyectos feministas abocados analizar datos sobre violencia de género, generación de datos o proponer metodologías novedosas.
- ¿Quién dijo que la ciencia de datos feminista no existía? Data Feminism, pone sobre la mesa una serie de propuestas novedosas para abordar los datos desde una mirada no hegemónica.
- Alerts against feminicide. Alertas de medios contra los feminicidios: Todo lo útil de las alertas de google sin lo que no nos gusta de las alertas de google. Puedes programar cada cuanto las quieres recibir y palabras clave.
- DataGénero. Observatorio argentino que busca implentar la metodología feminista en la recolección y levantamiento de datos
- Plataforma de datos del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE)
- Nos queremos vivas. Una colaboración de Data Cívica y Pie de Página, presentan un análisis de la evolución de la violencia contra las mujeres en México.
- Informe de violencia de género con arma de fuego en México. En coautoría entre Intersecta y Data Cívica.
- Claves para entender y prevenir los asesinatos de mujeres en México. Un informe de Data Cívica y el Área de Derechos Sexuales y Reproductivos. Pretende arrojar luz a distintos patrones que surgen al analizar cómo, cuándo y dónde son asesinadas las mujeres en el país, para así poder prevenirlos de mejor manera.
- Datos y narrativas contra la violencia hacia las mujeres. Panel en el que expertas dateras y periodistas abordar el uso de datos para crear narrativas que visibilicen de mejor manera las violencias de género. Así como fuentes alternas para obtener información.
- La biblioteca de datos faltantes busca visibilizar los datos faltantes en la era del Big Data. Dondequiera que se recopilen grandes cantidades de datos, a menudo hay espacios vacíos donde no hay datos.
Esta lista es apenas una pequeñísima parte de todo lo que están haciendo mujeres en todo el mundo. Si quieres sumar algún proyecto no dudes en escribirnos.