por Frida García Celis

En junio se festeja el mes del orgullo LGBTIQ+, el cual da pie para celebrar y visibilizar la diversidad, así como para reflexionar sobre las áreas en que aún debemos de trabajar como sociedad para asegurar la inclusión de dicha población. En este sentido, nos preguntamos qué relación existe entre los datos y la inclusión de las personas de la diversidad sexual.

Las personas que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales, trans, u otras identidades en el espectro (LGBTIQ+), se enfrentan a múltiples dificultades y desafíos. Si bien, tenemos conciencia de los obstáculos sociales, económicos, así como las experiencias homofóbicas a las que se enfrentan; contamos con pocos datos. 

En México se han levantado encuestas que incluyen preguntas sobre orientación sexual e identidad de género, las cuales han reflejado que 3.7% mujeres y 2.8% hombres que se identifican como parte de la comunidad LGBTIQ+, han sufrido actos de discriminación. 

Si bien, estos esfuerzos son de mucha utilidad, pues son ejercicios específicos para recoger datos sobre diferentes vivencias y efectos que tienen las actitudes intolerantes hacia las personas de la diversidad sexual y genérica, resulta prioritario contar con diversas categorías no solo en encuestas focalizadas, resaltando la importancia de tener datos desagregados, incluyendo distinciones que vayan más allá de la dicotomía del género como mujer u hombre, sino también considerar otras categorías para identificar las diferentes identidades sexo-genéricas. 

Si bien la edad, el género, la raza y la etnia se han convertido en estándares al recopilar información demográfica, a menudo la orientación sexual y la identidad de género más amplia no se recopilan de manera consistente o uniforme. Esto deja lagunas en la comprensión de la creciente población LGBTIQ+. 

La datos más específicos sobre el tamaño de la población LGBTIQ+ y sus características, servirán para señalar las dificultades y concienciar sobre la necesidad de mejorar las condiciones de vida y propiciar análisis que permitan examinar en profundidad cómo afectan los aspectos socioeconómicos, homofobia y otras variables, en la vida de las personas pertenecientes a esta comunidad, y así facilitar un cambio significativo para mejorar sus vidas.

Los datos cuantitativos sólidos sobre experiencias de desarrollo diferenciales y resultados de las personas LGBTIQ+ son cruciales, pero siguen siendo escasos, especialmente en los países en desarrollo. Tal falta de investigación y datos plantea una limitación importante para diseñar e implementar programas y políticas más inclusivas.

Como parte de esta reflexión buscamos ejercicios que hayan cuantificado estas otras realidades y hayan puesto sobre la mesa cuestiones relevantes, por ejemplo:

Más recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), está trabajando en la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y Género (ENDISEG), el cual pertenece al programa de trabajo del 2021. 

No hay que dejar de lado el gran trabajo que hacen organizaciones civiles enfocadas a la lucha por los derechos de la diversidad sexual y de género, que levantan datos de forma continua, sin embargo, en muchos casos no son datos abiertos.

Aún hay cuestiones que bien valdría la pena indagar y conocer más a profundidad como lo son cuestiones de acceso a salud pública, inclusión en ambientes laborales y de vivienda, entre muchos otros. ¿Qué datos sobre la población LGBTIQ+ conoces o te gustaría conocer?